Gestión de Instalaciones
En general, la gestión directa de Instalaciones Deportivas por parte de la Administración Pública no resulta sencilla. Las ciudadanas y los ciudadanos exigen una creciente calidad en los servicios que se les presta, y los recursos disponibles son habitualmente limitados. Las escasas inversiones, sobre todo en épocas de crisis, repercuten negativamente en esta calidad y, en consecuencia, en la optimización en la utilización de las instalaciones.
Gestionar bien para lograr la eficiencia en los servicios deportivos y sus infraestructuras es absolutamente clave para lograr los grandes objetivos públicos en este ámbito: aumentar paulatinamente la tasa de ciudadanos que acceden a los mismos, mejorar el bienestar y la salud de la población y, también, el nivel deportivo del deporte de base.
No obstante, la gestión de los servicios deportivos será exitosa, pese a los posibles déficits en las dotaciones disponibles, si se planifican y organizan correctamente. Así, es necesario, por una parte, implantar el modelo más adecuado de Gestión Deportiva y, sea cual sea el elegido, dotar a los servicios de buenos profesionales con alto nivel de experiencia.
Los profesionales de los servicios de las entidades gestoras no sólo deben tener en cuenta la organización interna (personal, infraestructuras, administración, gestión, etc.) sino también la organización externa (programas deportivos, eventos, competiciones…) para lograr los objetivos generales ya citados. Algunas medidas de mejora continua en la gestión pueden ser, por ejemplo, implantar un sistema eficaz de atención a las quejas, reclamaciones y sugerencias, la externalización de la prestación de determinados servicios a entidades especialistas, la mejora de medios informáticos o una información al ciudadano más intensa, directa y personalizada.
De forma general, la legislación vigente posibilita la utilización de dos grandes modelos de gestión, la gestión directa y la gestión indirecta, aplicables a los servicios deportivos.
Dentro de estos dos grupos existen múltiples derivaciones y modelos alternativos y mixtos. En cualquier caso, se entiende que una Administración Pública debe optar por fórmulas eficientes que permitan:
- Una contención de los gastos de funcionamiento.
- Una política de contratación de personal controlada.
- Una importante participación de los usuarios en la gestión.
- Una consolidación del asociacionismo deportivo.
En muchas ocasiones, varias de estas premisas no se cumplen, lo que deriva, en muchos casos, hacia una insatisfacción de los/as ciudadanos/as, y sobre todo, de las entidades deportivas que promocionan sus especialidades y que desarrollan sus actividades en las instalaciones deportivas públicas.
En FUNDEBA entendemos que un modelo de Gestión Mixta Público-Social por una entidad que recoja los intereses generales es la fórmula más adecuada, funcional, eficiente, moderna y socioeconómicamente rentable que puede implantarse en cualquier municipio o comunidad. En nuestra Área de Servicios tenemos unos profesionales experimentados y una dinámica estructura para poder ejecutar cualquier proyecto de Gestión de Instalaciones de cualquier volumen y en cualquier ubicación.
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