La tarjeta blanca vuelve al deporte

La árbitra Catarina Campos mostró la primera tarjeta blanca de la historia en Portugal.
El fútbol ha ido cogiendo, de un tiempo atrás a esta parte, un tono más radical y excéntrico con muchas tintas de forofismo. Una situación que se ha extendido como una metástasis por todo el cuerpo de la masa social que sigue a este deporte, y que contamina ponzoñosamente el raciocinio de los seguidores de los equipos.
La coherencia dentro del deporte, sea el que sea, debe estar a la orden del día, y dejar de lado episodios lamentables de machismo, homofobia o racismo que se viven casi a diario en los campos, pabellones o recintos deportivos donde se realizan estas prácticas que tanto amamos.
Por ello, es muy importante que demos pasos hacia delante. Centrando la mirada en el fútbol, deporte rey sin discusión en el mundo, los pasos hacia delante están comenzando a darse, por muy lejos que parezca que esté la limpieza total de los campos de todos aquellos individuos cuya motivación principal es el caos.
Portugal vivió en este 2023 el inicio, quizás, de una nueva era de limpieza dentro del fútbol. En un Benfica – Sporting de Portugal de la Taça de Portugal Femenina, la árbitra Catarina Campos detuvo el encuentro en el minuto 44 y sorprendió a todo el Estádio da Luz sacando sendas tarjetas blancas a los equipos médicos de ambos equipos.
¿El motivo? Una de las 15.032 personas que se encontraban presentes en el Estádio da Luz empezó a encontrarse mal y tuvo que ser atendida por ambos servicios médicos de los dos clubes, y siendo reconocidos por ello gracias a esta tarjeta blanca.
Ojalá que el futuro depare un panorama en el que se normalicen estas situaciones, donde el juego limpio y la deportividad estén a la orden del día, y donde las gradas se vacíen de ultras descerebrados cuya única motivación es la insultar al rival. Ojalá.